Es la entidad, semejante a un artesano que sin ser necesariamente creadora es impulsora y responsable del universo. A pesar de ser creadora, no lo es en el conocido sentido monoteístico: tanto el demiurgo y el material del cual crea el universo son considerados eternos o producto de otro ser, dependiendo del sistema.
El lugar de donde nos visita, ¿existe?
28 de diciembre de 2010
Demiurgo
25 de diciembre de 2010
Vi un muerto
Estaba en la colonia la Cima. Su carro, una camioneta marca Isuzu color verde, estaba a un metro de él estacionada en la acera. Al otro lado de la calle estaba la policía, esperando a algún fiscal o alguna orden para remover el cadáver. Alrededor del círculo habia personas de pie, observando en silencio la muerte. Cada vez eran más los que observaban sin poder decir nada, como si el miedo les hubiera cortado la lengua. El cuerpo yacía inerte sobre la acera; lo rodeaban conos que decían PNC y cinta amarilla. Estaba cubierto con una sábana de dibujos.
20 de diciembre de 2010
Only the meek get pinched.
- We're pinched for sure.
- No way Cameron. Only the meek get pinched. The bold survive. Let's go.
- Let's surrender.
- Never.
- Never.
19 de diciembre de 2010
Lo que ocurra primero
Cuando te sentás en la grama y ves el cielo, lentamente las nubes empiezan a tomar forma de cosas conocidas. Como esa nube que parece un cuerno adormecido o esa otra que es como un vidrio roto. También está aquella, que parece la nariz de un ratón.
Cuando la luna se puede ver de día, la confusión del movimiento de las nubes y sus formas hacen pensar que está moviéndose en un camino con mucho tráfico y que sólo cerrando los ojos encuentra paz en el hecho de que todo ha dejado de moverse: se ha convertido en una masa amorfa amarillosa o anaranjada por la luz que logra atravesar los párpados.
11 de diciembre de 2010
sueño # 15 (johanna)
Ciudad sombría, ciudad extraña, ciudad solitaria. Tu ciudad se me aparece como una masa azulada de edificios altos y me siento atrapada debajo de su sombra, tan sola caminando en la acera.
De pronto, al cruzar una esquina, caravanas llenas de gente disfrazada aparecieron. Era un carnaval de máscaras y colores donde no podía reconocer a nadie. Yo seguía caminando como turista, intentando abrigarme del frío y alejarme de esa sardónica fiesta. Por momentos, en las paredes y los muros alcanzaba a ver imágenes, fragmentos de fotografías viejas o de alguna película que no había visto. Eras vos hablándome, mensajes secretos que me habías dejado en las paredes y sólo yo podría entender. Mientras las veía podía escuchar tu voz contándome algo pero no podía saber qué decías.
8 de diciembre de 2010
En una empresa multinacional (v, final)
I just can't help myself
I'm feeling like I'm going out of my head
Tears my heart into two
En esta misma fecha, hace un año, estaba empezando a trabajar en la empresa multinacional. Y recuerdo marearme de la constante luz de neón blanca, contemplar triste el sol que se asomaba en verano mientras yo estaba encerrado escuchando a una trainer contar cosas que no quería oír. Eran los días previos a mi crisis de año nuevo y estaba cayendo más bajo día a día. Y empezar a trabajar me deprimió más. Ya no tenía tiempo para estar conectado todo el tiempo, esperando que esa persona se conectara aunque sea brevemente. Me desesperaba estar atrapado seis horas, sentía que se me estaba escapando la vida mientras tomaba llamadas.
Trying to break free
Después de sobrevivir mi crisis, decidí cambiar. Decidí ser más sociable y darles una oportunidad a las personas con las que trabajaba, no reducir mis amistades a amigos en la distancia. Hice bien, porque conocí a mucha gente nueva y la pasé bien con todos. Creo que hice nuevos amigos y que varias amistades perdurarán en el tiempo. El invierno, mi terrible experiencia en la búsqueda de apartamento, mis arranques depresivos, mi ansiedad, mis problemas con la facultad, fueron mitigados por estar atrapado seis horas con un headset en la cabeza. Resulta que un trabajo es más que trabajar: es también desenvolverte en una situación y contexto nuevos. Y ese nuevo contexto probó ser el excelente escape de una realidad que no paraba de azotarme en la espalda.
Y ahora, acabó. Hace casi una semana que renuncié porque voy a viajar a mi país por tres meses. Después de un año y medio voy a darle la cara a las cosas que dejé inconclusas cuando me fui. Tengo miedo de dejar lo que he construido acá. El trabajo ha llegado a ser una parte muy importante de mi vida. Me ayudó de sobremanera a recuperarme de mi crisis; aprendí muchas cosas, más de lo que la empresa me enseñó en el entrenamiento. Me obligó a salir a la calle cuando no quería siquiera levantarme de la cama. Conocí el capitalismo siendo parte de él. Reí, sufrí, amé y odié llamadas y personas. Sentí cosas que pensé que no sentiría en mucho tiempo o tal vez nunca más. Me divertí casi todos los días. Gané mi primer sueldo. Descubrí que una empresa multinacional es más que dinero moviéndose de país en país y mano de obra barata.
What a pleasant nightmare
And I can't wait to get there again
¿Regresaría a trabajar ahí? No. No porque la experiencia haya sido desagradable, sino porque creo que ya no tendría nada nuevo que ofrecerme. Porque tampoco trabajar en un call center es lo mío (¿y para quién sí?) y porque quiero buscar trabajo en otro lugar primero. Pero eso no significa que esa puerta está cerrada por siempre. Me gusta pensar que tanto la empresa y, sobre todo, la gente que conocí ahí estarán dispuestas a recibirme cuando vuelva.
Las citas en cursiva son de una canción de Dream Theater: Strange Deja Vu.
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Argentina,
escrito secretamente para que alguien en específico lo lea,
vida
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