I just can't help myself
I'm feeling like I'm going out of my head
Tears my heart into two
En esta misma fecha, hace un año, estaba empezando a trabajar en la empresa multinacional. Y recuerdo marearme de la constante luz de neón blanca, contemplar triste el sol que se asomaba en verano mientras yo estaba encerrado escuchando a una trainer contar cosas que no quería oír. Eran los días previos a mi crisis de año nuevo y estaba cayendo más bajo día a día. Y empezar a trabajar me deprimió más. Ya no tenía tiempo para estar conectado todo el tiempo, esperando que esa persona se conectara aunque sea brevemente. Me desesperaba estar atrapado seis horas, sentía que se me estaba escapando la vida mientras tomaba llamadas.
Trying to break free
Después de sobrevivir mi crisis, decidí cambiar. Decidí ser más sociable y darles una oportunidad a las personas con las que trabajaba, no reducir mis amistades a amigos en la distancia. Hice bien, porque conocí a mucha gente nueva y la pasé bien con todos. Creo que hice nuevos amigos y que varias amistades perdurarán en el tiempo. El invierno, mi terrible experiencia en la búsqueda de apartamento, mis arranques depresivos, mi ansiedad, mis problemas con la facultad, fueron mitigados por estar atrapado seis horas con un headset en la cabeza. Resulta que un trabajo es más que trabajar: es también desenvolverte en una situación y contexto nuevos. Y ese nuevo contexto probó ser el excelente escape de una realidad que no paraba de azotarme en la espalda.
Y ahora, acabó. Hace casi una semana que renuncié porque voy a viajar a mi país por tres meses. Después de un año y medio voy a darle la cara a las cosas que dejé inconclusas cuando me fui. Tengo miedo de dejar lo que he construido acá. El trabajo ha llegado a ser una parte muy importante de mi vida. Me ayudó de sobremanera a recuperarme de mi crisis; aprendí muchas cosas, más de lo que la empresa me enseñó en el entrenamiento. Me obligó a salir a la calle cuando no quería siquiera levantarme de la cama. Conocí el capitalismo siendo parte de él. Reí, sufrí, amé y odié llamadas y personas. Sentí cosas que pensé que no sentiría en mucho tiempo o tal vez nunca más. Me divertí casi todos los días. Gané mi primer sueldo. Descubrí que una empresa multinacional es más que dinero moviéndose de país en país y mano de obra barata.
What a pleasant nightmare
And I can't wait to get there again
¿Regresaría a trabajar ahí? No. No porque la experiencia haya sido desagradable, sino porque creo que ya no tendría nada nuevo que ofrecerme. Porque tampoco trabajar en un call center es lo mío (¿y para quién sí?) y porque quiero buscar trabajo en otro lugar primero. Pero eso no significa que esa puerta está cerrada por siempre. Me gusta pensar que tanto la empresa y, sobre todo, la gente que conocí ahí estarán dispuestas a recibirme cuando vuelva.
Las citas en cursiva son de una canción de Dream Theater: Strange Deja Vu.
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