Ciudad sombría, ciudad extraña, ciudad solitaria. Tu ciudad se me aparece como una masa azulada de edificios altos y me siento atrapada debajo de su sombra, tan sola caminando en la acera.
De pronto, al cruzar una esquina, caravanas llenas de gente disfrazada aparecieron. Era un carnaval de máscaras y colores donde no podía reconocer a nadie. Yo seguía caminando como turista, intentando abrigarme del frío y alejarme de esa sardónica fiesta. Por momentos, en las paredes y los muros alcanzaba a ver imágenes, fragmentos de fotografías viejas o de alguna película que no había visto. Eras vos hablándome, mensajes secretos que me habías dejado en las paredes y sólo yo podría entender. Mientras las veía podía escuchar tu voz contándome algo pero no podía saber qué decías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario