El lugar de donde nos visita, ¿existe?

8 de enero de 2009

Final

DE verdad que cuando uno acaba un libro se queda como... con esa sensación extraña de que ya no sabe qué más hay en la vida.

Hace unos días terminé la novela que estaba leyendo, y no puedo evitar pensar en qué será de la vida del señor Burden ahora, o cómo habrían sido todo con un Willie Stark diferente y esas cosas. Pero tengo esa sensación de que se acabó la novela y se me escapó algo que debí haber captado entre las páginas. Sin embargo, es demasiado pronto para empezar a leer otro libro, sigo aún en el proceso de digestión de éste.

Pero ahora siento que nunca volveré a ver algunas cosas de la misma manera, sobre todo a la adolescencia que realmente es una época bella hasta que uno comprende que se le escapó; el mar y la playa que no dan tanto miedo como mi mamá siempre me hizo creer; el tennis porque las adolescentes siempre parecerán como diosas griegas al momento de hacer un saque, justo antes de golpear la pelota pero cuando ésta sigue en el aire todavía; y la corrupción inherente del hombre, porque como dijo el primo Willie "Man is conceived in sin and born in corruption and he paseth from the stink of the didie to the stench of the shroud."

Definitivamente me lo llevo a Argentina.

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